40% de las empresas españolas tienen problemas financieros

Un alto porcentaje de empresas en España, actualmente no tienen la capacidad para cubrir sus gastos financieros. Y según alerta el Banco de España, la presión financiera aumentó en forma relevante en 27 puntos con relación al 2019 a causa de la crisis. Así, que el 40% de las empresas españolas tienen problemas financieros y entre ellas, el 75% de hostelería y ocio.

Este es el escenario que muestra Óscar Arce, director general de Economía y Estadística de la entidad. Quien manifiesta que se trabajó fuerte y se utilizaron las palancas de política económica necesarias para evitar llegar a esta situación. Pero a pesar de la forma certera y ágil en que se aplicaron no se detuvo el rumbo que tomaron las empresas en España.

En este contexto, el economista presentó el informe económico y financiero de Esade 2020. Y destacó la situación en torno a la liquidez, rentabilidad y solvencia de las empresas después del fuerte impacto recibido a causa de la pandemia. Donde resaltó que los resultados obtenidos en el ejercicio 2020, no les permiten cubrir sus gastos financieros.

Óscar Arce considera que tanto en España como en Europa se aplicaron las medidas económicas y políticas en forma acertada y oportuna. Sin embargo, ni los ERTE ni los avales ICO, ni las medidas aplicadas en materia fiscal, ayudaron a las empresas españolas a mantener una situación boyante.

Mientras que, en la UE en general, según destaca Arce, la política monetaria que se manejó les permitió mantener condiciones holgadas de financiación.

Las pymes son las más afectadas

Las empresas más afectadas en todo el tejido empresarial español, son las pequeñas y medianas empresas. En general son víctimas de un fuerte deterioro de la rentabilidad. En especial en el 75% las empresas de hostelería y ocio. Seguidas de las empresas de vehículos de motor y de restauración.

Sin embargo, las estimaciones no son del todo pesimistas. El Banco de España, prevé que las empresas insolventes se ubiquen 4 puntos por encima de los resultados obtenidos en 2019. Lo que indica que se situarán alrededor del 14%.

Mientras que por otro lado también maneja un escenario más duradero en el futuro y por ende más preocupante, donde prevé que el porcentaje de empresas insolventes se ubicará en el 18%.

Con relación al impacto originado por el aumento del número de empresas insolventes sobre el empleo y la deuda, se considera leve. Ya que, las pymes son empresas pequeñas en su mayoría y manejan plantillas con pocos empleados. Además de que no arrastran un gran volumen de deudas.

Conclusiones del Banco de España

En consecuencia, considerando la situación del tejido empresarial español, Arce saca algunas conclusiones interesantes.

Por una parte, considera que las políticas económicas que se manejaron durante la crisis, ayudaron a disminuir su impacto negativo en las empresas y atenuar los riesgos de liquidez. Sin embargo, alerta que la presión con relación a la solvencia empresarial es el reto más importante actualmente. Ya que la pandemia se alarga y profundiza, lo que da mayor importancia a la solvencia financiera que a la liquidez empresarial.

En el mismo sentido y más esperanzador es el hecho de que el Banco de España considera que esta crisis es pasajera. Clasificándola como un “shock de naturaleza temporal”. Por lo que prevé que vendrán tiempos mejores. Sin embargo, es necesario tomar algunas acciones para tener éxito.

La gestión que realiza la SEPI, por ejemplo, con relación a un fondo de 10.000 millones de euros para recapitalizar a las grandes empresas. Asimismo, apoyar a las pequeñas y medianas empresas a enfrentar sus retos más específicos. Por lo tanto, es necesario evaluar herramientas más efectivas para canalizar recursos propios hacia las pymes y transformarlas en empresas con mayor viabilidad.

Para ello se requiere, de parte del gobierno, que se realicen mejoras en los procesos judiciales y extrajudiciales de insolvencias, que permitan hacerlos más eficientes. Así mayor cantidad de empresas reducirán sus problemas financieros. Y, por ende, tendrán la posibilidad de continuar con su actividad económica.