En Baleares, a pesar de la falta de suministros para trabajar, reinician sus actividades laborales, después de cerrar el 30 de marzo. Fecha cuando se suspendieron las operaciones de las empresas de actividades no esenciales. Tales como el sector de la construcción y la industria. Así, alrededor de 75.000 trabajadores de las empresas de estos ramos vuelven al trabajo.

Un paro que paralizó totalmente la producción económica en la actividad de la construcción, tanto pública como privada. Y por el cual muchas empresas de las islas estuvieron en peligro de no continuar operando. Fue necesario que asumieran grandes riesgos económicos, los cuales afectarán tanto a corto como a mediano plazo, alrededor de uno 55.000 trabajadores que operan en Baleares.

En este sentido, la Asociación de Constructores de Balears y Asociación de Promotores de Balears señalan que “… la mayoría de los contratos entre constructoras y promotoras están sujetos a penalizaciones por incumplimiento de plazos. Y además conllevan ejecuciones de avales y garantías. E incluso, en algunos casos, pudieran derivar en la reclamación de daños y perjuicios”.

Por lo que estas medidas tomadas por el gobierno de paralizar las actividades sin que se hayan tomado contramedidas en el ramo, traerá consecuencias. Pues tal como lo asegura la asociación, “va a resultar inasumible y poner en riesgo la viabilidad de los negocios y en consecuencia la de los puestos de trabajo”.

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Falta de materiales y suministros

Uno de los grandes problemas con los que se inicia esta reactivación de las actividades, es la falta de material para trabajar. Ya que de acuerdo a las últimas medidas contempladas por el gobierno, no es posible transportar mercancías que no sean esenciales. Solo es posible hacerlo para mercancías esenciales desde la Península a Balears.

Por esta razón muchas de las empresas no abrieron, permanecerán cerradas pues no tienen con qué trabajar. Será necesario esperar que las restricciones sobre movilidad se suspendan o flexibilicen. Por lo que es necesario que el gobierno español, tome medidas contundentes que permitan mejorar la situación en  estos sectores.

En el mismo sentido, la Asociación de Constructores indica, que no son solo los constructores lo que están afectados. También todos aquellos ramos que se relacionan con esa actividad. Tales como pintores, fontaneros, carpinteros, y los demás ramos asociados.

Asimismo señalan las patronales, que al finalizar el estado de alarma, será necesario que se realicen concursos de acreedores buscando que no todas las empresas desaparezcan. De igual forma expresan “…estamos en una coyuntura muy difícil que va a romper el tejido empresarial y que abocará, de nuevo, a la construcción en una crisis profunda”. Los efectos negativos en las empresas, de este paro serán incuantificables.

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Los empresarios en Baleares disminuyen su confianza

Ya se están viendo los resultados de las medidas. La confianza de los empresarios cae en un 30,1% al iniciar el segundo trimestre, respecto al primero. Y al compararlo con el mismo periodo del 2019, cae un 47,8%.

Mientras que en España, la confianza sobre los resultados de en los inicios del segundo trimestre disminuyó un 26,9% al compararlo con el primero de 2020. Que según las estadísticas, es una cifra que representa la caída más fuerte en la serie histórica iniciada en 2013.

En Baleares, en relación a las expectativas de los empresarios,  el 83% es pesimista para el segundo trimestre 2020. Otro 14% tiene confianza en que se tendrán resultados equilibrados y el 2,2% de los empresarios es optimista. Cabe destacar que los datos para elaborar el indicador, fueron recopilados por el INE, después de la fecha en que se declaró el estado de alarma sanitaria.

Los resultados indican que la confianza empresarial en las actividades que se analizaron disminuyó. En especial en la directiva de la actividad de transporte y hostelería. El índice se ubicó en el -32,4%. Mientras que la construcción tuvo un índice de confianza de -29,3%. En otros servicios fue de -27%, en la industria fue de -23,3% y en el sector comercial de -25,4%

El tamaño de la empresa también influyó en los resultados. Así, la pérdida de confianza es inversamente proporcional al tamaño. Como resultados los empresarios con menos de 10 asalariados tuvieron mayor descenso (-28,7%), mientras que empresas con más de 1000 asalariados registraron el menor descenso (-22,0%).

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